martes, 15 de septiembre de 2015

Capítulo 13. Nadia Westermind. Primera Presidenta (1895-1903)

Comenzó su carrera política como Experta en Economía Doméstica en un Comité Barrial del PNI, ocupando luego la Secretaría de Cuentas del Partido. Posteriormente fue asesora de finanzas del Presidente Balteres y ocupó la Subsecretaría de Deuda Pública que éste creó. En dicho cargo se desempeñaba cuando conoció a su futuro esposo Juan de Guera, a la sazón Ministro de Defensas.

Durante la Presidencia de Montes del Lano Nadia ocupó el Ministerio de Finanzas, siendo la primera mujer que accedía a un tan alto cargo. Su gestión fue muy exitosa, y así lo reconocieron los miembros de su partido e incluso los de la oposición. Se destacó en la contención de los gastos de Guerra, que consumían un alto porcentaje de la renta pública.

Durante la época en que Nadia y De Guera formaron parte del gabinete presidencial de Del Lano, compartieron la discusión política y la crítica a los negociados del presidente, con los tiernos arrumacos y la plática amorosa. Del Lano había hecho en su breve período de gobierno cuantiosas transferencias de fondos al exterior. Con esta acusación, que luego recaería sobre otros varios presidentes y ministros sucesivos, los novios Nadia y De Guera lograron apoyo de los militares para destituir a del Lano y nombrar a Nadia en su lugar. Los festejos de la asunción del mando se combinaron con los esponsales de la presidenta y De Guera, quien siguió ostentando su cargo de ministro.

A poco de asumir el gobierno Nadia confinó a Del Lano en la cárcel del Batuque, a la cual se dotó de nuevas instalaciones y de un moderno embarcadero.

Del Lano escapó del Batuque disfrazado de cura, e inició una actividad comercial fabricando quesos en el pueblo cercano. Poco después volvió a la cárcel, debido a que se había acostumbrado a la rutina carcelaria y a la compañía de otros presos. Pero al director de la cárcel le encantaba el queso, y arregló la salida legal de Del Lano, acompañado de una docena de condenados amigos. Del Llano dio trabajo a sus amigos, donó queso a la cárcel y trato de salir adelante, pero no lo logró. La zona era muy calurosa, y había que gastar mucho en refrigeración para conservar el queso.

La fábrica de quesos se fundió, Pero Del Lano era persistente, y se puso a vender queso fundido. Y allí tuvo éxito. El Queso Fundido Batuque es conocido en todo el país e incluso se exporta.

Del Llano murió por efecto del colesterol elevado. Un queso azul con cebolla y apio lleva su nombre y perpetúa su memoria.

Nadia Westermind, pese a sus múltiples actividades como Presidenta, Secretaria de Cuentas del PNI, y Experta en Economía Doméstica del Comité Barrial, no delegó en nadie sus altas responsabilidades. Por la mañana aseaba su casa, alimentaba a su tortuga, hacía el desayuno para De Guera, hacía las compras, visitaba el Comité Barrial y la sede del partido, y por la tarde concurría al Palacio Pintado para atender los asuntos de gobierno.

Sin embargo, su vida matrimonial no era feliz. Según infidencias de la peluquera de Nadia, el Ministro de Guerra era afecto a las francachelas con sus amigos, a las riñas de borrachos en la taberna y a acompañar a su equipo de fútbol favorito en frecuentes giras por el interior del país. Aparte, solía colmar la paciencia de la Presidenta con insistentes reclamos de dinero para el Ministerio a su cargo y para sus gastos personales, pedidos que hacía indistintamente en las reuniones de Gabinete o la sobremesa familiar. A las rencillas matrimoniales siguieron las diferencias políticas, y Nadia decidió retirarse del PNI, fundando un partido de orientación demócrata y federalista. Para evitar la tradición guatepeoreña de dividir los partidos a la menor rencilla, lo llamó “Unión Única y Unida”, o UUU.

En 1903 la pareja llegó a un acuerdo de separación legal. Ella conservó las propiedades y los ahorros de la familia, mientras que él quedó a cargo de los hijos, de una tortuga y de la Presidencia de la Nación.

Al poco tiempo Nadia se arrepintió del acuerdo y quizó anularlo, pero no pudo. Su demanda judicial de tener la custodia de sus hijos no prosperó, ya que estos tenían 30 y 33 años. Se deprimió gravemente, extrañando a su tortuga. Finalmente intentó suicidarse, saltando a un río poblado de pirañas y yacarés, pero fue rescatada por un barco pirata. Estuvo prisionera varios días, luego se puso de novia con un pirata y se la vio en un centro comercial comprando ropa náutica. Finalmente murió en un tiroteo con un barco pirata rival

Se llama hoy Nadia Westermind La Sala de Costura del Pabellón de Asesinos de la Cárcel del Batuque.

Acá la mujer era la presidente, y el marido era Ministro. Y lo que nadie sabe, es que ella andaba con el peluquero. A lo que me van a decir todos que los peluqueros no suelen fijarse en las clientas sino más bien en los clientes, pero eso es un prejuicio hueco. Será que lo tentó el poder, el estatus, el cargo de ella y sobre todo, el ponerle los cuernos al Ministro De Guerra. No cualquiera. Yo lo sé porque la peluquería todavía existe, está acá a la vuelta de la Plaza Las Puertas, y la tradición oral entre las clientas se perpetúa hasta ahora. Y hay un cuadro en la pared que muestra a la Presidenta  y al peluquero en actitud sospechosa. Foto no hay porque se inventó en 1839 pero recién se hizo popular en Guatepeor en 1990.
Entonces el Presidente se iba dos o tres días a Los Marlos o a Cenagales a ver un partido de fútbol, y doña Nadia lo recibía con un peinado de peluquería precioso. Pero la cosa se complicó un día que el Presidente De Guera notó que tenía el pelo muy largo y se tuvo que ir a cortar. Y allí las clientas empezaron con las risitas, las frases de doble sentido y el peluquero se puso nervioso por demás y le cortó una oreja con la navaja. Para qué. Pareció que empezaba la Primera Guerra Mundial en Guatepeor. Hubiera sido una oportunidad de ser primeros en algo. Pero De Guera volvió a la casa y le hizo la vida imposible a doña Nadia hasta que se quedó con lo que quería: la tortuga. Y de yapa, la Presidencia del país.

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