domingo, 13 de septiembre de 2015

Capítulo 15: Miguel Escorso, el gran político (1913-1923)

Desde joven Escorzo o Escorso se dedicó a la política, uniéndose a las filas del PNI. Luego se enojó con otros dirigentes del PNI, diciendo que lo único que tenía de partido, era estar partido en muchas tendencias. Por eso participó desde su formación en la UUU en tiempos de la presidenta Westermind. Desde allí combatió la política de De Guera, lo que le valió ser encarcelado en varias oportunidades. Cuando Westermind se retiró de la política, la encendida retórica de Escorso y su lúcida ideología le permitieron nuclear una facción del partido en torno suyo, que se oponía a la actitud conservadora de los demás. Después de una prolongada y violenta polémica y de varios tiroteos entre partidarios de una y de otra, se decidió escindir la Unión en dos facciones, que pretendían ambas conservar el nombre de UUU. En un complicado juicio que llegó al Supremo Tribunal de Guatepeor, el juez les adjudicó los nombres de Unión Única y Unida Unificada y Unión Única y Unida Unitaria. Más tarde la Unión Única y Unida Unificada se dividió en un ala Universal y una Unionista, y la Unión Única y Unida Unitaria, agotados los adjetivos, se dividió en dos alas que cambiaban el orden de los mismos, a saber, Unión Única y Unitaria Unida, y Unión Unida Única y Unitaria.

La Unión no era Partido, pero estaba Partida.

Obviamente, ni los líderes de las uniones o partidos recordaban sus nombres.

Incontables alumnos de Historia fueron reprobados en los exámenes cada vez que los profesores les tomaban examen sobre Partidocracia Guatepeoreña.

Ante la confusión generada por los incontables partidos y sub-partidos,  el Presidente de Guera sancionó la Ley de Simplificación Política obligó a los partidos a utilizar números en lugar de nombres. Como era de esperarse, no pasó mucho tiempo antes de que la numeración de los partidos superara la cantidad de habitantes del país entero.

Escorso llegó a ser líder del Partido Nro. 23.635. En calidad de tal viajó por Europa y Norteamérica en busca de nuevas ideas económicas, y recaudando fondos a cambio de prometer concesiones a empresas extranjeras para el caso de acceder al poder.

Durante su viaje al exterior, la fracción de partido quedó a cargo de la hija de Escorso, Dulce. Ésta, de escasos 14 años, no pudo evitar las luchas internas del partido, ya que un grupo de políticos criticaba ácidamente a Escorso padre por ir en busca de capitales e influencias extranjeras, y a Escorso hija por considerarla inmadura para las funciones que a la sazón cumplía. Es así que los jóvenes e iracundos dirigentes Herminio Berriconi, Pedro Antúnez (Bisnieto de Antonio Antúnez y Margarita Pedrosa) y otros desconocieron la autoridad de Escorso hija y fundaron el Partido 3 Millones, auspiciado por una empresa de lotería.

A la vuelta de su viaje Escorso logró reincorporar a las filas de su partido a la mayoría de los que habían desertado. Logró este propósito con su habilidad política, con su carisma personal, y según afirma el historiador Montepío, con generoso reparto de dólares traídos de su viaje. También logró afirmar su autoridad designándose a sí mismo Presidente del Partido, y a su hija Tesorera y Administradora General.

Después de muchos años de ardua labor política, gran parte de los cuales trascurrieron en el Batuque; después de varios viajes por el interior y exterior del país, y de ganar para su partido a dirigentes provenientes del Partido Nacional Independiente, del poderoso Sindicato de Recolectores de Choclos, del Sindicato de Políticos, del Sindicato de Militares y de otros sectores, Escorso se presentó como candidato a Presidente de la Nación en las elecciones generales de 1913. Fue estrepitosamente derrotado por el candidato oficial, el presidente De Guera.

Escorso no se dio por vencido. Ese mismo año utilizó sus influencias para ingresar como cadete en la Escuela de Guerra Militar, pese a su edad madura. Fundó el primer Centro de Estudiantes de dicha escuela, de ahí en más activo organizador de bailes, torneos de fútbol, charlas, conferencias y golpes de Estado. Como trabajo práctico para la materia “Alzamientos I” el cadete organizó un alzamiento contra el presidente De Guera, a quien acusó de fraude electoral y otros crímenes. Los rebeldes derrotaron a los leales al presidente en la 5a Batalla del Palacio Pintado, luego de la cual Escorso se instaló en el viejo sillón presidencial y De Guera huyó descolgándose con una sábana por una ventana lateral. No obstante los hombres de Escorso lo atraparon y lo encerraron en la prisión del Batuque; allí Escorso le hizo firmar un documento por el cual le cedía voluntariamente la Presidencia de la Nación.

Entre otras obras de gobierno el flamante presidente creó la Carrera de Político Profesional de la Universidad Guatepeoreña de Mandiguní, trayendo para la misma a escritores y políticos fracasados de los países vecinos, profesores jubilados de la Escuela de Guerra Militar que habían peleado con Napoleón y hasta con Hernán Cortéz, y a egresados de la Academia de Costura, Dactilografía, Contabilidad y Ciencias de Mandiguní. Pero sobre todo, la sucursal de la cárcel del Batuque de la Universidad aportó como profesores a internos con habilidad en robo, estafa, escape, disfraz, falsificación y otros crímenes, sanamente encausados a la formación de nuevos profesionales de la Política Nacional.

En pocos años la Carrera de Político se hizo famosa en toda Latinoamérica y atrajo alumnos de todo el continente, algunos de los cuales llegaron a ser ministros o presidentes al retornar a sus países. Escorso hizo estudiar allí a su hija Dulce, de tan temprana vocación y habilidad políticas, en la cual la joven hizo una destacada carrera; llegó a ser nombrado por su padre Directora Académica cuando aún cursaba el primer año de estudios.

La relevancia de la Carrera de Político de la Universidad llegó a ser tan grande, que hace decir al historiador Montepío que "la historia de los presidentes de Guatepeor es la historia de la Escuela de Guerra Militar, de la Carrera de Político y de la Cárcel del Batuque".Si bien Montepío exagera, hay que reconocer que muchos presidentes de la Nación hicieron ese recorrido.

Miguel Escorso nunca olvidó a su pequeño Partido 23635. Lanzó la “Ley Permanente de Numeración de Partidos Políticos”, que anuló los partidos existentes y volvió la numeración a 1, quedándose obviamente con este número. A poco de subir al poder encarceló a Antúnez y Berriconi y otros integrantes del Partido 1, a los dirigentes del 3 y a otros opositores, logrando su viejo sueño del partido único. En él impuso, claro está, la presidencia de Dulce. A esto siguió la protesta y encarcelamiento de otra tanda de disconformes, como era de esperarse.

Para ese entonces, la prisión de Batuque podía albergar más de 9000 reclusos, y poseía una población periférica de casi 1000 habitantes que proveía los guardiacárceles, alimentos, médicos, albañiles, sepultureros y otros servicios que requería la cárcel. Como el tránsito fluvial hacia la isla era lento y riesgoso, Escorso hizo construir allí un aeropuerto en 1914, y otro en Mandiguní en 1918, para inaugurar por fin el servicio aéreo en 1923, cuando adquirió los aviones, hasta 1924, cuando estos fueron embargados por la deuda externa que mantenía el país.

Escorso hizo todo lo posible desde el poder para aumentar el poder de su partido, el 1, en detrimento del 2 que apoyaba a Hubenín Balterrez. A tal efecto, interrumpió las obras públicas empezadas por los presidentes anteriores y empezó otras nuevas. Muy criticada fue la construcción del Canal Mandiguní, por el cual desvió al río homónimo, que entonces separaba la capital de Guatepeor de Los Marlos. Esta colosal obra de arquitectura hacía inútil al puente Balteres, que unía ambas ciudades.

En los terrenos así ganados al río, Escorso construyó el Complejo Deportivo Público "Mandiguní", que donó a su hija y heredera política Dulce. En este complejo se empleó una suma casi igual a la gastada en desviar el río, ya que constaba de modernísimas canchas de tenis, fútbol, polo, golf y básquetbol, y un hotel de gran categoría.

No contento con estas medidas, Escorso se preparó para las elecciones prescribiendo a todos los partidos políticos, con excepción del 1. A último momento debió proscribir también al Partido 0,1, un artilugio para sacarle el primer lugar al 1 oficial. Del mismo modo hubo de excluirse por decreto al Partido √-1, de dudosa ubicación matemática y más aún, política.

De esa forma se llegó a las elecciones que debían proveer Presidente para el período 1923-1933 con una candidata única, Dulce Escorso. Sin embargo el sueño de su padre no pudo cristalizarse, ya que un golpe de Estado dirigido por el abogado Jaime Waspy y el Almirante Segundo Portón frustró sus planes.

Esta niña no estaba preparada para ser presidenta a los 14 años, obviamente. A esa edad tendría que haber estado cosiendo el vestido para los 15. Quien le manda meterse en política y en problemas. Era Dulce y seguramente los caníbales habían comido un gran asado y les faltaba el postre. Pero la culpa no la tiene el chancho sinó el que les da de comer. O sea el padre. Esta chica no tuvo tampoco tiempo de estudiar nada. No digo que vaya a la Sorbona y aprenda pelotudeces, con que sepa escribir su nombre y contar hasta diez me alcanza. Y sentido común, que eso no te lo enseñan en ningún colegio. Y a mantener la boca y las piernas cerradas, por buena educación.
 

Por el modo en que este Escorzo gastaba plata en proyectos inútiles, sentido común no tenía ni para él, menos para darle a la hija . Yo digo, construir un gran gallinero en lugar de tantas oficinas, eso es sentido común. Yo haría un partido político que se llame “Pollos sí, Política no”. Y listo.

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